El 1 de julio, a última hora de la tarde, el Santuario acogió una peregrinación especial.
Especial porque fue realizada por un solo fiel. Especial porque transcurrió casi en silencio y cuando la jornada en la Basílica ya estaba llegando a su fin. Especial porque fue interpretada por un obispo recién consagrado. Especialmente especial porque se hizo para pedir la especial intercesión del Arcángel.
Monseñor Fabio Ciollaro, nuevo párroco de Cerignola – Ascoli Satriano, quiso confiar su ministerio episcopal precisamente a San Miguel, llegando con devoción a la Sagrada Gruta del Monte Sant’Angelo.
Don Fabio fue recibido por el Rector y sus hermanos: saludo gozoso y muy familiar dirigido a aquel sacerdote de la diócesis de Brindisi que pocos años antes había realizado el servicio de confesor en la basílica y había frecuentado la comunidad de los michelitas.
«Que os alcance el abrazo de nuestra oración – P. Ladislao- que te aseguramos constante y que esperamos contribuya a que tu ministerio sea fecundo y conforme a la voluntad de Dios”.
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